No regrets

Es normal que uno mire su vida y diga "me arrepiento de algo".
Cada tanto me pasa que agarro el violín, me pongo a tocar y las cosas no salen como me gustarían, me equivoco más de lo normal, suena feo, muy fuerte, muy bajo, muy patinado y una larga lista de etceteras.
Me enojo, dejo el violín sobre la cama y me pongo a mirar chistes de XKCD o de Cyanide&Happiness. Pongo música y vuelvo a intentarlo.
Si sale mal dejo el violín en su estuche un par de días, lo agarro de nuevo y las cosas, tal vez salen bien, ahí me pongo feliz y todo eso; o tal vez sale todo mal y me frustro y tengo ganas de gritar y vender mi alma al diablo para ser un gran violinista de la noche a la mañana (de paso le pido una vida de cinco mil años y ser su mano derecha en la vida después de la muerte) y todo eso.

Voy a clase, toco y me felicitan o me cagan a pedos por no haber estudiado tanto, me corrigen también, me dicen como mejorar. Me escucho tocar y digo "sin duda toco mejor que el año pasado", pero sé que no es lo mejor de mi, sé que puedo tocar mucho mejor, me vuelvo a enojar y practico mucho, pero me vuelvo a enojar por algo que no salió tan bien y todo vuelve a empezar.

Sin embargo pongo grandes obras, como "Overture 1812" de Tchaikovsky, "La primavera" de Vivaldi o "The count of tuscany" de Dream Theater (si, salto de estilos y de etapas con una facilidad increible) y escucho esas grandes obras, las aprecio, busco que intentaba decir el compositor en el momento en que escribió eso, no siempre lo logro, pero lo intento al menos.
Y después de llenarme de esa música, miro mi violín, mi bajo, todos los instrumentos que tengo dando vueltas y digo "No, no me arrepiento de nada"